Thursday, December 31, 2009

Polémica de sexo de Caster Semenya, uno de los hechos del año que no se resolvió


La atleta sudafricana saltó a la fama en el 2009, no precisamente por su por impresionante victoria en los 800 metros en el Mundial de Berlín, sino por la duda sobre su sexualidad.

Lo que comenzó con su triunfo -con una ventaja 'grosera', casi que insultante para sus rivles- y el reclamo deportivo de los supuestamente afectados por considerar que habían sido timados por un presunto dopaje con testosterona, alcanzó ribetes de conflicto político y de honor nacional sudafricano: se llegó al plano de amenazar con denunciar internacionalmente a la Federación Internacional de Atletismo (Iaaf) por violaciones a los derechos humanos de la deportista.

¿En qué va el caso?

La última noticia al respecto circuló el mes pasado, cuando el ministerio de Deportes de Sudáfrica, en un comunciado, afirmó que llegó a un acuerdo con la IAAF, en que habrían participado los abogados de la campeona. Según el texto, Semenya (quien siempre ha sostenido su condición femenina) conservaría su medalla de oro.

"Como Caster es inocente de cualquier delito podrá conservar su título de campeona del mundo en 800 metros. También acordamos con la IAAF que los análisis científicos realizados legalmente serán tratados con la confidencialidad de la relación de paciente y médico y en consecuencia no habrá ningún anuncio público sobre las conclusiones del equipo de científicos", dijo el ministerio. Muchos creyeron que era una absolución.

Sin embargo, de inmediato, Nick Davies, portavoz del Consejo Directivo de la IAAF, le quitó piso a la versión. "No podemos confirmar lo que fue anunciado por los sudafricanos. De momento, Semenya está habilitada para competir. Si podrá seguir haciéndolo es lo que tratamos de resolver", aseguró.

El caso le costó el cargo al presidente de la Asociación Sudafricana de Atletismo, Leonard Chuene, que fue suspendido por la Confederación Deportiva y el Comité Olímpico de Sudáfrica, por su actuación. Chuene, tras haberlo negado públicamente, confesó que tenía conocimiento de las pruebas de sexo realizadas a Semenya y se le acusó de manipular políticamente el caso y de no respetar los derechos de la atleta.

Semenya, de 18 años, fue sometida por la IAAF a una prueba de verificación de sexo en colaboración con la Federación Sudafricana a raíz de que en los campeonatos africanos júnior, a finales de julio, días antes del Mundial de Berlín, rebajara de golpe su marca en ¡siete segundos!: 1m 56s 72c (el mejor registro del año).

La IAAF tiene los resultados de los análisis efectuados por un endocrinólogo, un ginecólogo, un psicólogo y otros expertos, pero no los ha difundido. El 2009 se acaba y el caso, aún, no está cerrado...

Las dos hipótesis

Una de las constantes en el caso de la atleta Caster Semenya es que la mayoría de informaciones conocidas son versiones sin confirmación oficial.

Los supuestos valores de testosterona en el organismo de la deportista, publicados en su mometno por el diario australiano Daily Telegraph, arrojarían una tasa tres veces superior a la común de las mujeres.

Así surgieron dos hipótesis de la causa de este registro sin recurrir al dopaje: la primera, es hermafrodita.Tal conjetura nació de la publicación que en septiembre hizo ese diario bajo el título "Exclusiva mundial. Semeya es hermafrodita", diciendo que conocía el resultado de las pruebas realizadas por la Federación Internacional de Atletismo.

Según el periódico "se encontró que Semenya no tenía útero u ovarios, pero que tenía testículos internos, los órganos sexuales masculinos que producen testosterona".

El presidente de la República de Sudáfrica, Jacob Zuma, condenó tal versión y la calificó como "invasión de la privacidad de Semenya y una violación de sus derechos", aunque ni él ni el ministro de Deportes, Makhenkesi Stofile, negaron el informe. "Yo no sé por qué no debemos respetar la privacidad entre el médico y el paciente. ¿Por qué las pruebas se han publicado?", dijo Zuma.

La segunda presunción es que la atleta sufre hiperplasia suprarrenal congénita, la falta de una enzima en el desarrollo fetal, que anula la producción de la hormona cortisol y dispara la creación de andrógenos.

Fuente

Monday, December 28, 2009

Presentarán propuestas para el tema intersex

Tomada de la edición impresa del 22 de diciembre del 2009

El Proyecto Transgénero busca acuerdos con autoridades sobre salud y acceso a la información.

ANTECEDENTES

La Constitución del Ecuador, aprobada en el 2008, garantiza la protección a todos los ecuatorianos y en su artículo 11, inciso 2, establece la no discriminación por cuestiones de sexo, identidad de género, orientación sexual y por cualquier otra distinción personal o colectiva, temporal o permanente.

En este cuerpo legal no se incluyó el tema de la no discriminación por canon corporal, que protegería a las personas intersexuales.



Activistas de Ecuador relacionados a las diversidades sexuales piensan empezar el próximo año con la propuesta a las autoridades de tratar y visibilizar temas puntuales en salud y educación.

En ese marco, el Proyecto Transgénero pretende presentar en la Asamblea propuestas sobre la inclusión en las leyes del tema de la no discriminación por canon corporal, la inclusión de este tema en el pénsum de estudio de educación sexual de los colegios y el acceso a la información y servicios de salud para estas personas, que por su condición desarrollan enfermedades que no son prevenidas por falta de información.

El movimiento se centrará, sobre todo, en incentivar la discusión de dichos temas a favor de las personas intersexuales. Aquellas a las que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como poseedores de una “condición genética u hormonal-enzimática”. Es decir, “que al nacer presentan de forma simultánea características sexuales masculinas y femeninas”.

En América Latina existen dos activistas intersexuales conocidos, Mauro Cabral, un argentino, y Jorge Santana, el primer activista ecuatoriano.

Jorge decidió empezar a trabajar como activista una vez que conoció todo lo relacionado con el tema intersex, ya que ni él ni su familia tuvieron información al respecto. Todo solo se fue dando durante su crecimiento.

“En la adolescencia empecé a sentir cambios en cuanto a mi corporalidad y recién allí se dieron cuenta de mi condición. Aunque me lo explicaron escuetamente, que ni yo ni mis padres entendimos qué era lo que estaba sucediendo”, recuerda.
Para él, la falta de información es uno de los principales problemas por los que tienen que atravesar las personas intersex, y que al decir de Jorge muchas veces ni siquiera los doctores comprenden lo que sucede en los cuerpos de las personas que nacen así.

El acceso a la información es uno de los primeros puntos en los que este grupo pretende trabajar. Elizabeth Vásquez, activista del Proyecto Transgénero, explica que se va a interponer una acción legal para que se revelen las prácticas médicas y quirúrgicas a las que se somete a los infantes intersex para “normalizarlos”.

La activista señala que no existen datos ciertos sobre el número de personas intersex que nacen, ni las intervenciones que les realizan, por lo que considera que debería existir una norma que impida a los galenos y a los padres de familia decidir en nombre de la otra persona.

Además, pide que se hagan “estadísticas y se regulen las decisiones que se toman en los cuerpos de los niños”.

Para lograr esto, el Proyecto Transgénero ha iniciado acercamientos con el Ministerio de Salud (MSP) para que se realicen capacitaciones a los miembros del sistema de salud.

Susana Tamayo, jefa del componente de prevención del Programa de VIH-Sida del MSP, explica que este año se ha comenzado una serie de capacitaciones en las áreas de atención integral en salud sexual y reproductiva en las provincias de Pichincha, Guayas, Orellana, Manabí y El Oro, con respecto al tema intersex.

La funcionaria dice que si bien muy pocos niños nacen con estas características, ya el tema de la intersexualidad se lo topa para conocimiento de los galenos.

Germán Cisneros, ginecólogo-obstetra del Hospital Eugenio Espejo, coincide con Tamayo y dice que el promedio de personas intersex que vienen al mundo es de uno cada dos o tres años.

Para Cisneros, aunque esto es un problema de salud, reconoce que son los padres quienes deciden operarlos para evitar problemas futuros.

Sin embargo, dice que esa realidad se da poco porque el promedio de personas que nacen con ambigüedad genital es de un nacido cada dos o tres años.

Aun así, para Vásquez la norma es necesaria, ya que también existen otros tipos de intersexualidad en donde los infantes tienen órganos masculinos o femeninos intra-abdominales y eso no se detecta hasta la adolescencia, “es allí que proponen hormonizar a estas personas para convertirlos en hombres o mujeres y que entren en la concepción binaria de personas”.

Según datos de la OMS, con dicha condición nacen uno de cada 2.000 personas en el mundo. Aun con esa estadística, Vásquez asegura que debe existir un registro propio que debe conocerse dentro del sistema de salud.

Por otro lado, Jorge señala que la educación en este tema es fundamental para que las personas que lo padecen no vivan ocultas y para que en general la ciudadanía conozcan sobre esta realidad que es poco tratada.

Jorge afirma que el proceso de visibilización de los intersex ha comenzado con un foro de carácter social y no médico, que se dictó a inicios de noviembre en la Universidad Andina de Quito, y que va a continuar de manera sostenida.

Todo seguirá “hasta que se den cuenta de que existimos”, menciona el activista. Y añade que una vez que lo logren empezarán a exigir otras medidas a su favor.

Por ahora solo está Jorge como activista, pero el proyecto busca que con las jornadas de información aparezcan más personas que reconozcan y acepten su condición y se hagan visibles.
Lucía Real Hidalgo
lreal@telegrafo.com.ec
Reportera - Quito