Tuesday, March 10, 2009

¿Qué nos hace hombres y mujeres?

Por M. PÉREZ, J. J. BORRÁS Y X. ZUBIETA (SOITU.ES) Actualizado 09-03-2009 23:13 CET

Los meses de gestación en el vientre de la madre son un periodo trascendental de nuestra vida. En el proceso de diferenciación sexual, que todos seguimos desde que somos una simple célula, se suceden interesantes etapas que nos dan pie a la reflexión sobre la esencia de lo que entendemos por ser hombre o mujer. El dimorfismo sexual, es decir, la posibilidad que tenemos los humanos de tener una anatomía de hombre o mujer, se gesta en el útero materno y marca toda nuestra vida.

La consideración del hombre —ser humano masculino— como centro del universo, que históricamente ha perdurado hasta hace bien poco, ha dado paso a la de las personas: mujeres, hombres e intersexuales en absoluta equidad. Galeno consideraba que los hombres procedían del testículo derecho, e incluso las primeras observaciones con el recién inventado microscopio creyeron ver diminutos hombres o mujeres acurrucados en la cabeza de los espermatozoides. La influencia de la perspectiva masculina era tal, que se consideraba a la mujer como simple recipiente en el que germina la semilla que el hombre aporta.

Curiosamente, hoy sabemos que todos estamos programados para desarrollarnos como mujeres, salvo que en nuestro proceso de desarrollo intervengan factores diferenciadores en sentido masculino. El primer factor diferenciador conocido es la presencia del cromosoma Y en la dotación del óvulo fecundado que todos hemos comenzado siendo. Sabemos que si el espermatozoide que fecunda al óvulo es portador del cromosoma Y, se diferenciará el feto hacia la masculinidad. En el caso de no haber presencia del cromosoma Y, las gónadas, sencillamente, maduran como ovarios. Vamos, que el 'hacerse hombre' es una desviación, ya que, si no ocurre 'algo' que nos desvíe del camino, todos estamos programados para ser mujeres.

Otro aspecto a destacar es que son hormonas femeninas las que hacen que el hombre tenga un cerebro de hombre. Hormonas típicamente femeninas (estrógenos) son las que diferencian el cerebro en sentido masculino. Esta diferenciación ocurre durante un periodo concreto del desarrollo del feto. Tras el nacimiento, cerrado el periodo crítico, no será posible la reversión de cerebro masculino a femenino ni viceversa.

La investigación sobre los mecanismos moleculares implicados en estos procesos promete ofrecernos futuros recursos terapéuticos para la intervención en trastornos de la conducta sexual. Asimismo, anticipa el que vayamos a disponer de fármacos sexodimórficos, es decir, fármacos específicos para cada sexo, con indicaciones y acciones diferentes según sea hombre o mujer quien los tome.

Esta determinación biológica de lo masculino y lo femenino no explica los estereotipos de género, ya que hay muchas maneras de sentirse hombre y mujer, según la sociedad y el momento histórico en que se vive.

¿Crees que hombres y mujeres tienen formas de ser y pensar diferentes y propias por el hecho de serlo? En la forma de ser y pensar de hombres y mujeres, ¿qué consideras que pesa más, la biología o la cultura? ¿Te has planteado alguna vez cómo hubiera sido tu vida si hubieras nacido del otro sexo?

Fuente

Un servicio de la Organización Internacional Intersexual

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