Rosalinda Coronado
¡Parece hombre!, míralo.
Una mujer no se atrevería a hacer eso.
En efecto, ella es él. Nació hermafrodita y en lugar de esconderse, explotó a su favor el error de la naturaleza en su concepción.
Hermafrodita, seudohermafrodita, así se definen a esas personas que posen doble sexualidad (femenina y varonil).
Las investigaciones médicas y científicas informan que cuando alguien es hermafrodita es porque existe una discrepancia entre los genitales internos y externos (los testículos o los ovarios).
Los cuentos sobre ser hermafrodita, se han ido deslavando en el tiempo, para llamarlo desarrollo sexual DSD. Esta intersexualidad se puede dividir en cuatro categorías: Intersexualidad 46, XX; Intersexualidad 46, XY; Intersexualidad gonadal verdadera e Intersexualidad compleja o indeterminada.
El hermafroditismo verdadero, dicen los científicos, es una condición en la que se presentan tanto los tejidos reproductivos ováricos (femeninos) como testiculares (masculinos).
Dicha condición es relativamente rara. Involucra dos factores: genitales externos ambiguos y genitales que no pueden corresponder a la composición genética de la persona.
En el deporte, algunos casos han sido públicos.
Con los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro se le dio gran difusión al caso de Edinanci Silva.
La judoka tenía órgano sexual masculino, pero sus órganos internos eran femeninos.
Edinanci se extirpó el órgano sexual masculino y se hizo una reconstrucción clitoriana, lo que le permitió obtener el certificado de feminidad que pide el COI para participar en Juegos Olímpicos.
La historia olímpica registra otro caso, el de la alemana Dora Ratjen, cuya primera aparición fue en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936.
Tomó parte en salto de altura y quedó cuarta, con 1.58 metros.
En el Campeonato de Europa, celebrado en Viena en 1938, fue oro, hizo marca mundial con 1.70 metros.
Los jueces detectaron algo extraño al examinarla, y tras descubrir "órganos sexuales ambiguos", fue descalificada.
Años después fue camarero, con el nombre de Hermann. Ratjen explicó que había competido como mujer por presiones externas.
Dora (Hermann) no pasó un reconocimiento médico exhaustivo para determinar si realmente se trataba de un hombre o de un intersexual, una persona de sexo doble o ambiguo.
La tenista Renée Richards también levantó polvareda, porque era él, pero quiso ser ella, por lo que se realizó una operación de cambio de sexo.
En Perú, la boliviana Sandra Cortez Tancara fue descalificada de la prueba femenina del maratón Meseta del Bombón, por "problemas de identidad de género", derivados de la sospecha de ser transexual.
Moisés Marapi, de la Federación Peruana de Atletismo, dijo que Sandra Cortez era hermafrodita (persona que tiene los dos sexos), pero se sometió a una operación.
En Zimbabue también se dio un caso parecido, con Samukeliso Sithole, quien era la gran promesa del atletismo, dominaba todas las disciplinas atléticas.
Sithole, musculada, con voz algo ronca y vello facial, era en realidad Mduduzi Ngwenya, un varón. Contó a los jueces que había nacido hermafrodita.
Sus padres fueron con un curandero, tras examinar su cuerpo, se dictaminó que era dama y desaparecieron los genitales masculinos.
Estos son sólo algunos de los casos que se han podido comprobar en el deporte, donde ellos quieren ser ellas, en busca de la fama, el éxito y la admiración.
ANOMALÍAS
Existen casos de anomalía de cromosomas, que generan casos de hermafroditismo.
Existen seres humanos que tienen gónadas masculinas internas y genitales externos femeninos. Los músculos de las personas que tienen estas características, presentan receptores de testosterona, que es producida por los testículos internos, lo que hace que en el deporte estos individuos tengan mayor masa muscular.
El tratamiento al cuál deben someterse estas personas tiene que ser inicialmente de índole quirúrgico, y no sólo por las ventajas que pudiera darle, en caso de ser un atleta, sino porque en términos de salud, los testículos internos pueden llegar a convertirse en tumores malignos. Dicho tratamiento debe continuarse con hormonas para regular la salud de los pacientes.
En algunos casos conocidos, las o los atletas que se someten a estos tratamientos, han podido volver a practicar sus deportes, pero ya en la rama que realmente les corresponde, y algunos de ellos, dependiendo de su salud psicológica, han podido volver a alcanzar el podium.
Internacionalmente han corrido rumores sobre un caso similar en México, las reglas deportivas son muy claras al respecto, seguir el tratamiento indicado antes de poder volver a participar en algún evento internacional deportivo, como lo hizo la brasileña Edinanci Silva.
Fuente
Un servicio de la
Orgnanización Internacional Intersexual